“La verdadera prueba de valor solamente
está en los peligros que se tocan con el
dedo”
LA FONTAINE, Fables, VI, 2.
Y cierto es que las fuerzas de
seguridad de Birmania
(Myanmar, 1989) –su régimen-, sacudieron con furia y vehemencia a los monjes/as
budistas, y al pueblo también, cuando llevaban a cabo manifestaciones
pacifistas en pro de la mayor libertad de los birmanos–ideas democráticas
incluidas–.Aunque aplastadas estas oleadas de protestas, el mundo
civilizado–por así decirlo–, ha respondido unánimemente ante la situación del
pueblo birmano, que está atravesando momentos penosos en cuanto a su economía.
El último ha tocado con todos los dedos de ambas manos “la muerte” de personas
que defienden el derecho de manifestación: inherente a cualquier ser humano
desde que nace hasta su muerte. El pueblo birmano–con impotencia y rabia
contenidas–, ha enseñado la verdadera prueba de valor al enfrentarse...a la
muerte (muertes) provocada por las fuerzas de seguridad del Estado de
Myanmar...
Las raíces de este
levantamiento, sin duda, hemos de buscarlas, encontrarlas y enraizarlas en el
propio pueblo birmano: son localistas. Y así, conviven y vemos que, desde el
mes de agosto próximo pasado, el Gobierno birmano ha encarecido el precio de la
gasolina, el diesel, el gas natural...: quizá tan sólo pidan, hombres y mujeres
birmanos, pan, huevos, arroz...Es decir, artículos de primera necesidad o
básicos, quizá tan sólo necesiten y piden hambre y sed de justicia (Mateo, 5:6.
Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia: porque ellos serán
hartos). En resumidas cuentas: piden y desean más libertad, y menos hambre
desde luego.
La calles de Myanmar se
ha visto inundadas de túnicas de color granate, rosa y azafrán que cubren a
monjes y monjas budistas, imágenes que todos hemos contemplado a través de
Internet. Si golpean a los budistas estamos golpeando a Buda y, por tanto,
estamos también golpeando a Dios, el “Dios de todas las religiones”.
Y sin embargo, la
movilización internacional ha sido justa y proporcionada. El Consejo de
Seguridad de la ONU ha de intervenir, aunque choque frontalmente contra los
intereses de Rusia y China concretamente.
La Junta Militar que
gobierna Myanmar desde 1988, y que preside el general Than Shwe (secundado en
segundo término por el también general Maung Aye), ha convertido a los birmanos
en un país que está ausente del plan general de globalización mundial actual;
que ha sumergido a las gentes de Birmania en una terrible hambruna; que ha
encarcelado a los dirigentes políticos de la oposición, entre ellos: Aung_San_Suu_Kyi,
premio Nobel de la paz, 1991. (Al régimen birmano, y por este último hecho, se
le han suprimido créditos por parte del Fondo Monetario Internacional (FMI) y
el Banco Mundial, a instancias de los Estados Unidos de América.)
Se barajan muchas
cifran en cuanto a los fallecidos en la denominada revolución del azafrán, mas
las cifras oficiales los sitúan en 16. Con la muerte de una sola persona...podemos
decir ya: ¡Son muchos los muertos!
Las nuevas tecnologías
han abierto los ojos a los birmanos, mediante la visualización de fotografías y
videos que aparecen en Internet. Sin embargo, los militares han tratado en todo
momento–por métodos habidos y por haber–de que la población birmana estuviese
aislada del mundo entero. Mala comida es ésta: vendar los ojos a los
ciudadanos, y encima darles mendrugos de pan para malcomer...
Este aislamientos que
vivieron y viven los birmanos, es empleado por los militares para mantenerse en
el poder. Últimamente se han instalado en Myanmar (Birmania) empresas
rusas, chinas e hindúes, las cuales ha contribuido a que los oídos y los ojos
de los birmanos/as oyesen y viesen al mundo entero: ver, oír y no callar ante
injusticias y violaciones de los derechos humanos.
Por su parte el señor
Bush, presidente de EE.UU., ha dado órdenes, concretas y precisas, en el
sentido de tratar de impedir que–los generales birmanos y sus familias–viajen y
trasladen sus bienes y pertenencias a los Estados Unidos de América. Este
método ya estaba siendo utilizado por la UE (Unión Europea).
China tiene “la sartén
por el mango”, pues es la nación con más intereses económicos en Birmania. Y
China sabe muy bien, pero que muy bien, que hay que instaurar cambios en
Myanmar (Birmania), pero no ve con ojos buenos que los cambios
político-económicos se establezcan mediante manifestaciones callejeras. Así
pues, y desde luego, los gobernantes comunistas de China –poderosa nación en un
futuro muy próximo-, han de intervenir cuanto antes en este conflicto birmano,
y también tienen bastante que decir el Consejo de Seguridad de la ONU. Decir lo
que hay que hacer es fácil, mas hacerlo es harina de otro costal. Y es que
vemos con asombro inaudito...cómo puede hacerse fuerte un país tan pequeño como
Birmania, situado el mismo en medio de dos gigantes países: China e India.
China, Rusia, y en el
Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, han bloqueado todas las alternativas
de arreglo en cuanto a la crisis del pueblo bimano, aludiendo que no existe
peligro inminente de inestabilidad internacional en el Sureste Asiático. De
momento...la pelota está en el tejado pero un nuevo conflicto bélico puede
producirse en esta zona últimamente aludida.
Las armas de guerra, y
para matar, siguen llegando a Birmania presuntamente de China, Rusia, Serbia,
etc. Vender armas es un gran negocio, y como dicen los ingleses: “the
businesses are the businesses”, es decir, “los negocios son los negocios”.
La Coruña (España), 25
de mayo de 2006
© Mariano Cabrero Bárcena
es escritor
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