domingo, febrero 21, 2010

Hablando de dos gigantes









“Cuyas economías capitanearán el futuro…”.
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Washington y Pekín tienen sus discrepancias basadas, quizás, en los siguientes puntos, a saber: a) la multimillonaria de armas a Taiwán; b) la reevaluación de la divisa china, y c) el próximo recibimiento del Dalái Lama por parte de Barack Obama, presidente del Ejecutivo norteamericano.

Muchas armas que EEUU ha vendido a Taiwán, y en una época que existe un distanciamiento entre China y la isla: Hacia ésta están mirando ciento de misiles de gran potencia, que, en su día, pueden dispararse, y más bien como mala fortuna.

Los norteamericanos muestran cierta irritación con los chinos, porque China no da su brazo a torcer en relación con la política a seguir por los primeros. Estados Unidos quiere y desea controlar los regímenes energéticos del mundo: Oriente Medio y Asia Central. Ejemplo de lo que digo, se ha desarrollado fehacientemente en sus intervenciones imperialistas, diría uno, en Irak y Afganistán. Sin olvidarlos de la fuerte vigilancia que mantiene sobre Irán.

Los Estados Unidos de América es un país que, respirando armas para matar por los cuatro costados–de norte a sur y de este a oeste–, siembran de muerte el mundo entero, pues es el primer productor y exportador de éstas: las armas ,muchas veces, sólo sirven para matar. Matar por matar: Es la triste realidad con la que nos encontramos todas las mañanas, aún con el café humeando de caliente, y abrimos cualquier periódico que nos echamos a las manos...Y ellos, los norteamericanos, al levantarse y leer diarios, sin duda están respirando armas para matar que siembran la muerte en el mundo entero. (Confucio, y en sus Diálogos, manifestó: “El gobierno es bueno cuando hace felices a los que gobiernan y atrae a los que viven lejos”.)


Estamos hablando de dos gigantesl –EEUU y China–, cuyas economías capitanearán el futuro del mundo habitable. China ha entendido que, si quiere crecer, ha de establecer un sistema económico basado en el consumo interno, y no tanto en la exportación de productos de poco valor, que generan pocas divisas para su erario económico.

Y es que en Occidente estamos atravesando una crisis–económica y financiera–, que afecta a China como país, que es, eminentemente exportador. Los chinos saben muy bien, y esto es así, que han de estimular su consumo interno si es que quieren crecer. Piensan, y están en lo cierto, que Pekín y Sanghaí no representan al país entero: existen 135 millones de chinos viviendo en los umbrales de la pobreza.

Y es que en Occidente estamos atravesando una crisis–económica y financiera–, que afecta a China como país, que es, eminentemente exportador. Los chinos saben muy bien, y esto es así, que han de estimular su consumo interno si es que quieren crecer. Piensan, y están en lo cierto, que Pekín y Sanghaí no representan al país entero: existen 135 millones de chinos viviendo en los umbrales de la pobreza.

La incertidumbre de la economía mundial está motivada, y a mi modesto entender, en la falta de información puntual y al ‘paro obrero’.Estaremos siempre mientras nuestro ‘cáncer familiar actual’–la falta de trabajo–, siga afectando a buena parte de la población española, que se encuentra con el agua al cuello para llegar a fin de mes, y abonar las cuotas para la amortización de ese piso que pensaron iba a ser de su propiedad, y con el paso de los años...

Y es que buscamos todos lo mismo: trabajo. Tratamos que sea idóneo y seleccionamos aquel que nos despierte cierto placer al desempeñarlo, para que el rendimiento y el equilibrio estén asegurados. No obstante, algunas empresas suelen cometer el error de colocar al trabajador en un puesto de trabajo superior o inferior a su capacidad. En el primer caso, el contratado responsable se sentirá frustrado, pues no conseguirá más que fracasos y amonestaciones–lógicas–por parte de sus jefes más inmediatos; en el segundo caso, si el empleado está cualificado para desempeñar tareas superiores a las encomendadas, a la larga, se encontrará descontento y no motivado, redundando en su bajo rendimiento.

Pero hoy por la juventud no puede seleccionar el ‘trabajo’ idóneo a sus facultades física e intelectuales: se conforma con cualquier trabajo para subsistir, y apartarse de esa marea negra que produjo la recesión actual: verdadera crisis financiera mundial.

La República Popular China –neoliberal y capitalista al mismo tiempo–, está dando un giro hacia la izquierda, potenciando un anti-mercado exterior y apoyando a las empresas estatales.

Siempre que un país crece–económicamente hablando–, y de forma y manera ascendente irrefrenable, su política exterior se hace más enérgica e inflexible: Esto es lo que está ocurriendo en China, y en la actualidad. Los chinos saben, y es obvio, que han de sacar de la pobreza a los 135 millones de hermanos que habitan en la República Popular China.

Ha de existir entre EEUU y China un espíritu de colaboración ambicioso y responsable, y a corto plazo, en lo político y lo económico, si queremos erradicar del haz de la tierra el terrorismo representado por Al Qaeda, quien esta latente en todo el mundo: Los talibanes y los piratas somalíes son buen ejemplo de lo que reseño. Siempre habrá un individuo o pequeños grupos dispuestos a inmolarse, atándose alrededor de sus cinturas granadas-bombas, que sembrarán de sangre inocente las ciudades del Globo Terráqueo.

Vemos y comprobamos que los conflictos armados entre países van disminuyendo poco a poco, pero en cambio las guerras civiles, revoluciones, insurgencias... están al cabo de la calle. Son los países que no acuden a Munich, que proliferan como los mosquitos en épocas veraniegas.

Dos son las monedas que luchan entre si: El dólar y el yuan. EEUU hace peticiones en el sentido de que los chinos revalúen su moneda, mas éstos no están por la labor. Ambas naciones tienen la palabra...

Existe un programa nuclear secundado por Mahmud Ahmadineyadh , presidente de la República Islámica de Irán, aunque uno considera que el régimen iraní lleva hace años planteándose poseer armas nucleares. El Reino Unido, Francia,... han intentado solucionar esta crisis, pero Irán–sus gobernantes–no están por la labor. Sin duda alguna desean cerrarse al mundo occidental, y no marchar por la senda del progreso. Aunque muchas veces, y así lo comprobamos, el último esté bañado de sangre y lágrimas. No obstante, los iraníes están en su perfecto derecho a poseer energía nuclear, pues países como Israel, India, Pakistán... también la tienen. O todos, o ninguno: ¡tremenda realidad!


La Coruña, 15 de febrero de 2010
©Mariano Cabrero es escritor

Las flores del bien














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La hora y el día: cualquiera; la ciudad: una entre las muchas de España. Circulaba con mi viejo coche por las calles coruñesas, cuando el conductor de un lujoso vehículo hizo una maniobra en falso, en el sentido de que puso el intermitente indicando su desplazamiento hacia la derecha y, realmente, se fue hacia la izquierda; cometió un pequeño despiste, quizás, involuntario. Detrás iba otro automóvil, no menos lujoso que el anterior, que como consecuencia de la maniobra en falso del primero tuvo que cambiar de carril.

Al instante, mi cochecito y yo, quedamos parados ante un semáforo, casualmente, en medio de los ‘ocho ruedas protagonistas del incidente. El caballero (digo caballero, aunque no se portó como tal) de uno de los coches–ya maduro–abrió la ventanilla y dijo: “¡Me cago en tu...!” Creo que nombró a alguien de la familia. Acto seguido el señor abrazar segundo del segundo automóvil–joven–sacó la cabeza por el habitáculo, contestando: “Y yo en el tuyo”. Tampoco su postura fue la de un señor.

Asombrado mi 850 al ser testigo de lo que había pasado, me dijo: “¿Qué te han parecido esos dos caballeteres?”. Creo que han perdido las maneras, le contesté.

Sigo yendo en mi coche, y conduciéndole como siempre los hago, es decir, despacio, despacio...porque los años–los míos, más de setenta y...–, no me permiten hacerlo de otra forma. Escucho música, como siempre lo hago, y, a veces, miró por el retrovisor a una hermosa mujer de esas ¡qué quitan el hipo! Bien entendido: he dicho miro. ¡Cualquier día me voy a estrellar con las cuatro ruedas que circulan por delante de mí! Y me estará muy bien por viejo..., aunque entiendo que es culpa de mi corazón porque vive y late, porque vivir quiere decir soñar.

Otras veces, muchas más, cojo mi cochecito y me dirijo al campo: un viejo y buen amigo mío, al que ya nombro como ‘mi campo’. Me detengo a pasar un buen rato, leyendo aquellos libros que a todos nos gustan leer, y que nos tranquilizan sobremanera. Y este campo contiene hermosos y frondosos árboles, y pajarillos y flores silvestres y amapolas–las flores del bien, que no del mal–, que me recuerdan viejos y amorosos poemas de amor, y que, al escucharles acarician mis oídos y me engrandecen el alma. Las flores del bien que hacen convertirse a uno en un joven o viejo soñador, que hacen que el horizonte de la vida se nos muestre aún por descubrir, que hacen florecer en nuestro intelecto semillas –de amor y bondad–, perdidas en las entrañas de la tierra ,por que allí las olvidé cuando mis manos sentían la frialdad del hielo...

Mientras la vida–esa vieja amiga vuestra y mía–sigue su inexorable recorrido ya preconcebido, y nosotros hacemos oídos sordos a sus indicaciones y sugerencias, que recibimos todos los días del Señor: “¡Sed prudentes al conducir, pues las carreteras están sembradas de cadáveres, que fueron muertos por nuestras propias limitaciones humanas!”, terminó diciéndome.

Y es que la vida–nuestra vida–, y no sé el porqué, sabe y comprende que no somos dueños ni de un sólo instante de ella. Sabe y comprende que no somos inmortales, sabe y comprende que tenemos nuestros recuerdos de supervivencia muy limitados y en todos los órdenes de la vida (esa vida que no es nuestra): somos gentes muy imaginativas los españoles, que no trabajadores precisamente, y siempre estamos soñando con nuestra chica de los ojos verdes.

El estrés a que estamos sometidos por nuestra manera de vivir, irritaciones contenidas–quizás del propio trabajo que desempeñamos (aunque hoy en día muchas personas no padecen estrés porque no pueden trabajar: no hay trabajo a la vista) –, disgustos de tipo familiar, complejo de superioridad e inferioridad, etcétera. Todo este cúmulo de premisas ,y muchas más, influyen de forma muy negativa en nuestro carácter, y hace que nuestras conducciones lleguen a ser, en muchos casos, peligrosas para nuestros amigos los peatones, para los demás conductores y, por qué no, para nosotros mismos. Nuestra asignatura pendiente ha de consistir en reeducarnos cívica y vialmente hablando, para poder siempre desarrollar una buena seguridad vial. Nuestras armas a emplear, deberían ser: el respeto mutuo, la cortesía, la amabilidad... Erradiquemos la violencia, y fomentemos la reflexión.

Mi cochecito y yo seguimos recorriendo las calles, y últimamente, hemos observado tristeza, mucha tristeza en los rostros de las gentes con las que nos cruzamos. Esos rostros–caras con amargura en su expresión–, nos hacen saber: ¡Qué España va mal! , o que también el mundo marcha mal. Tendríamos que premiar la inteligencia, los buenos modales, la reflexión, la prudencia... (más bien todos estos dones de nuestro intelecto, y hoy por hoy, me da la sensación de que parecen molestar o molestan).

Por el contrario, aplaudimos las incorrecciones en nuestras conductas para con los demás, aprobamos las groserías que están al orden del día, despreciamos a nuestro prójimo cuando necesita de nuestra ayuda, e, incluso, cuando éste es objeto de malos tratos de palabra y obra( violencia de genero, que se dice ahora, y que siempre existió...,pero no con tantas y tantas muertes de mujeres maltratas por sus maridos o parejas sentimentales( me da igual), que todos a casi todos lo meses del calendario son portadas en lo periódicos de venta diaria o en el mismo Internet. Miramos solamente nuestro confort personal, y ¡el que venga atrás... qué arree! ¡Vaya tropa la que somos!, digna de lastima, en verdad.

No he pensado ni por un momento el dar una clase de religión (para eso están los curas), aunque lo parezca. Creo que todo lo expresado se está estudiando en esa asignatura, que dicen que es tan importante: ‘Educación para la ciudadanía y los derechos humanos’, que ya se cursa en nuestras autonomías, aunque entiendo que no está dando los resultados apetecidos, y, a las pruebas me remito.

Quizá esos conductores de que he hablado al principio se comporten, y en sus casas, con los mismos modales que mostraron en la calle cuando conducían sus vehículos, quizá no quieran entender que los niños siempre hacen lo que ven y oyen en sus casas, quizá crean que con la asistencia a las clases de enseñanza los niños/as obtengan suficientes conocimientos para su formación...Nada más lejos de estos asertos: los jóvenes serán hombres de provecho el día de mañana, si complementan la formación recibida–por parte de los profesores/as- en los centros de formación ,con la recibida en sus casas por parte de sus progenitores. Así es (si así os parece), obra teatral de Luigi_Pirandello .



La Coruña, 21 de febrero de 2010
©Mariano Cabrero Bárcena es escritor