martes, noviembre 26, 2013

Dialogar hasta con el propio diablo


Dialogar hasta con el propio diablo





El terrorismo español ha hecho una oferta de diálogo con la declaración de un “alto el fuego permanente”, contando con la generosidad del pueblo español. Son los violentos quienes  han ejercido la crueldad causando muertes irreparables, temor, terror, detenciones ilegales asesinatos…, no respetando nunca los derechos y libertades de cualquier estado democrático, y el primero de los derechos: el derecho a la vida. La regeneración pudiera ser creíble siempre bajo un marco que abarcase dos premisas sine qua non: a) la entrega de las armas, y b) que los condenados -por delitos comunes de sangre- cumplan las penas integras.

         

La generosidad española ha alcanzado límites insospechados, pues ya son muchos los muertos-cerca de mil- , que desde las tumbas gritan: ¡no matad más! Uno piensa que se debe dialogar hasta con el propio diablo, pero nunca venderle  el alma-muestro honor-.Si no se fuese a derramar una sola gota de sangre más, quienes consiguiesen negociar la paz, deseada y ansiada por todos los españoles-vascos incluidos-, darían muestras de ser inteligentes y hábiles políticos: hacen falta cabezas frías y corazones templados, si hemos de salir de este “agujero negro” que es el terrorismo español-guerra civil encubierta entre hermanos-.¿Cuestión de dinero ?: una sola vida humana vale más que todo el oro del mundo.

(Se han depositado 650.000 euros-108.150.900 millones de las antiguas pesetas-, para excarcelar a Otegui, Olano y Petrikorena.¿ De dónde sale tanto dinero? Un se pregunta de qué van a vivir nuestros hermanos violentos. Solamente sabían matar...por dinero. ¡Maldito dinero!) Sé muy bien que es harto difícil perdonar, pero, quizá, el olvido sea el mejor remedio para esta clase de desgracias.

La madre del que fue concejal del Ayuntamiento de San Sebastián, señor Ordóñez, victima del terrorismo, se dirigió a los autores del asesinato en los siguientes términos: “Decid a vuestros hijos que paren de matar; vosotras podéis hacerlo, pues próximamente hablaréis con ellos en los centros penitenciarios ubicados en la autonomía vasca. Yo, si quiero hablar con mi hijo, tengo que ir al cementerio”

Nuestros pensadores, ya fallecidos, Ortega y Gasset y Unamuno nos hablan de la vida: el primero( “ Diario íntimo”) nos manifiesta: “Se dice y acaso se cree que la libertad consiste en dejar crecer una planta(...); en no podarla(...) si sus raíces se encuentran al poco de nacer con dura roca impenetrable(...)”;y el segundo ( “Meditaciones del Quijote”) nos dice: “La vida es libertad en la fatalidad(...), porque consiste en llevarse y soportarse y conducirse a sí mismo.”Así pues, si una planta es vida, si la vida es libertad, cómo se puede entender que asesinar(invitar a morir)-por todo el mapa de la geografía española, por todo el mapa del dolor sembrado...-,sea una conducta que pueda ser objeto para excarcelar a los convictos por asesinato, ya que, si así se hace, veremos... La fuerza de ley nadie debe burlarla.

Un difícil encaje es pactar con aquéllos que han sido durante más de veinticinco años traficantes del dolor de España, pero los españoles ansiamos todos vivir otra vez juntos-tuvimos la mala experiencia de nuestra Guerra Civil 1936/1939, provocada más bien por la ignorancia  de muchos, y la avaricia de unos pocos.
 
Recuerde, señor Zapatero, que fue usted nombrado presidente del Gobierno español por el poder de los votos, y, sí es cierto que hoy por hoy posee “poder” aunque realmente lo recibió del “sistema”, el sistema democrático español también se lo puede anular. Piense y cumpla con aquellos que le votaron-con España también-, y olvide, aunque nada más sea por un segundo, a esos nacionalismos exacerbados e intolerantes, que buscan destruir la unidad de los españoles en aras de su bienestar económico. Repase la Historia de España, por favor. 

El terrorismo español-yo así lo llamo, pues uno entiende que los vascos son también españoles, y sigo insistiendo en esta racional teoría- es un dragón de mil cabezas. Este último se extinguirá  cuando los partidos democráticos del País Vasco y el Ejecutivo del señor Zapatero así lo procuren. El “dragón” tuvo su santuario político-armado en tierras galas durante más de catorce años. Contó con la anuencia del Gobierno francés-su presidente-, quién concedió a los terroristas el poderse acoger a la Declaración Universal de los Derechos Humanos en su art. 14, es decir, les concedió el derecho de asilo a personas que mataban en virtud de ideales políticos. El tiempo nos demostró que los traficantes de violencia ejercieron la última por dinero (¿volverán a matar?): se mata por dinero, más perdonamos siempre por amor...Matar es y será siempre un delito común.
 
 
Yo desearía equivocarme, pero pienso que Francia nunca nos quiso ni los ingleses tampoco; los alemanes y los suizos solamente nos quisieron cuando fuimos emigrantes como mano de obra barata. El dificultoso problema del terrorismo español los tenemos que resolver, única y exclusivamente, los españoles. Posiblemente perdonando y olvidando, aunque nos cueste derramar...muchas lágrimas de invierno.

 

La Coruña, 12 de abril de 2006

©Mariano Cabrero Bárcena es escritor

 

 

      

                   

No hay comentarios: