NagasaKi ( 9 de agosto de 1945 )
Han transcurrido sobre tres años, y,
desgraciadamente, la guerra continúa en Irak. El presidente norteamericano, señor
Bush, se equivocó (porque quiso) al plantear este conflicto armado. Supo como
empezarlo pero no sabe como terminarlo.
Se atribuye dotes mesiánicas, y todo en aras de que ha establecido un régimen
democrático en el país árabe. No obstante, lo cierto es, que no hay solución,
que ha generado una guerra civil entre yihadistas y chiíhistas. Amen
de las numerosas muertes de personal civil y soldados norteamericanos. Ni la
guerra estuvo justificada-ninguna tiene justificación-, ni mucho menos la
posguerra.
Mas los negocios bélicos con Irán tampoco
marchan por buen camino. Existe un programa nuclear secundado por Mahmud
Ahmadineyad, presidente de la República Islámica de Irán, aunque uno considera
que el régimen iraní lleva hace años planteándose poseer armas nucleares. El
Reino Unido, Francia,... han intentado solucionar esta crisis, pero Irán-sus
gobernantes- no están por la labor. Sin duda alguna desean cerrarse al mundo
occidental, y no marchar por la senda del progreso. Aunque muchas veces el
último está bañado de sangre y lágrimas.
Hiroshima y Nagasaki (seis y nueve de
agosto de 1945, respectivamente) fueron bombardeadas brutalmente por el avión americano
<>, y precisamente contra la población civil. El señor
Truman, presidente a la sazón de EE.UU., ordenó dicha acción. Uno no es quién
para juzgarle; prefiero que la
Historia lo juzgue. Estos prepotentes americanos usaron la
razón de la fuerza y no la fuerza de la razón.
Datos históricos aproximados notifican
los siguientes datos:
a) Hiroshima: La ciudad fue destruida por
una bomba atómica arrojada por el ejército de Estados Unidos. Ocurrió el día 6
de agosto de 1945.Los datos oficiales
apuntan 92.167 personas muertas; gravemente heridas 9.428, y con lesiones leves
27.997.
b) Nagasaki: Fue de mayor potencia
destructiva que la de Hiroshima. Resultaron 140.000 personas muertas entre
civiles y militares.
También recordamos que el señor Chirac,
presidente de la República
francesa, hizo explosionar varias bombas atómicas en la zona de Mururua (océano
Pacífico, 1995), Fue una exhibición de prepotencia, la cual contó con el
beneplácito de la ONU y EE.UU. No fue un
acontecimiento para decir adiós a las armas. Esta es Francia que parece
haber olvidado la tragedia humana ocasionada por la I y II Guerra Mundial.
Ahora el Gobierno de Irán, como buen
discípulo, sigue los ejemplos de los últimos. Está en su derecho. Cuenta con el
apoyo de sus fuerzas armadas, Moscú y, posiblemente, China. El Ejecutivo de
Teherán sabe muy bien, que, según sus conocimientos, la verdadera fuerza de las
armas atómicas consiste en poseerlas, y no en usarlas. Así será considera una
potencia bélica a nivel mundial. Estamos en el comienzo de una nueva crisis
bélica impredecible. Esperemos que EE.UU. no cometa los mismos errores que en
Irak, donde ha provocado una histórica guerra civil-sin visos de acabar-. Y es
que la guerra termina nunca.
La Coruña, 26 de marzo de 2006
* Mariano Cabrero Barcena es escritor
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