Los gobernantes y los gobernados de la Nación española deberíamos
de hablar la misma lengua, y, por ahora, esto no está pasando. Unos y otros
estamos involucrados en una amplia economía nacional, existiendo dos
autonomías: la catalana y la vasca, que desean caminar por libre…
Necesitamos nuevos canales de información ciudadana en la actual política
española, que vengan dados por la el desarrollo local y la democracia representativa, haciendo llegar al Gobierno español-en
funciones, el estado de ánimo de la población española que está muy
deteriorado. De esta manera, el pueblo español y
el gobierno estarán más
unidos.
Quizá la solución a nuestros problemas vendría dada por una mayor
implicación todos los ciudadanos, y que el Gobierno en funciones, corrigiese,
de una vez por todas, nuestro déficit público: Estado; suprimiendo ciertas
autonomías,ayuntamientos y diputaciones-no debemos de olvidar a los asesores...
En esta sociedad mercantilista y salvaje lo humano no tiene
sentido, un niño, una niña, una adulta, un adulto, un anciano, o una anciana no
significan nada más que costes para el capitalismo,
que se rige por el único parámetro que le es rentable. Y cuando estos seres
citados no le son rentables los destruye sin miramiento alguno.
Se pregunta uno de dónde van a salir tantos dineros (euros)
suficientes para estos nuevos gastos
de nuestras comunidades autonómicas y demás organismos del Estado... Como de costumbre ha sido y será
siempre: de los bolsillos de los españoles, que ya los tenemos
casi vacíos. Es la 'fruta del tiempo político' en que vivimos.
Existe en nuestro país una minoría con ideas conservadoras asentada en la Comunidad de Madrid,
que está condicionando la línea ideológica del PP en
cierta manera. Mariano Rajoy está atravesando un momento político
bajo, y no quiere o no sabe hacer frente a los problemas que se le vienen
encima. Dicho y hecho: la última sentencia del Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo , en relación con Ines del Rió violenta y resolutica , ha echando por tierra la 'Doctrina Parot' .
Los dos partidos mayoritarios hoy en día -PP y PSOE (hoy el primero lo es con mayoría
absoluta)- tienen y tuvieron la ocasión- en sus manos- de cambiar nuestro
sistema electoral proporcional (Francia lo eliminó en el año 1958) por el
sistema mayoritario: éste permite que se mantenga una relación directa entre
diputados y sus electores, contando los primeros con cierta independencia con
sus respectivos partidos políticos. Espero que el gobierno de la
Nación española tome la sartén por el mango y lo lleve a cabo: aquí y ahora. Acuérdense,
componentes del Gobierno de eliminar las subvenciones a 'CEOES' y
Sindicatos, y así seremos todos menos pobres…
Sé que para aceptar nuestra incipiente democracia nacida en 1978,
y todos lo sabemos, hubo que aceptar el establecimiento de 17 autonomías y las ciudades autonómicas de Ceuta y Melilla, las cuales han resultado ser…
nefastas para España y sus ciudadanos. ¡Qué costosas nos están saliendo unas y
otras! Y lo vuelvo a repetir: tenemos 17 virreyes en la Península Ibérica.
Ninguno de nosotros, o así
lo piensa el que suscribe así lo cree, podemos decir que, aun siendo
imperfecto el concepto de ‘democracia', es el sistema
menos malo para la buena marcha de
los países. No obstante, lo substancial de una democracia, y a mi modesto
entender, consiste en que, los ciudadanos–con sus votos–, han elegido, y por un
período de tiempo, a quienes pretenden que les gobiernen: bien, regular o mal…,
pero que les gobiernen y no les engañen hasta las próximas elecciones
generales. Cuando no estamos conformes con los resultados de las votaciones,
sin duda, tendremos que esperar para volver a votar a las personas que creemos
más idóneas para dirigirnos, y digo
personas, que no partidos políticos a quienes en la actualidad estamos votando
en España.
Muchísimas competencias de las que han gozado hasta ahora nuestras
Comunidades autónomas, y que no han sabido llevar a feliz puerto, deberían ser
devueltas al Gobierno central: Sanidad, Enseñanza, Interior, Justicia…Uno se
pregunta para qué sirven la diputaciones ,
los ‘defensores del pueblo', las teles autonómicas y las policías autonómicas:
todos sabemos que, en España, tenemos unas estupendas Fuerzas de Seguridad del Estado: la
Guardia Civil y el Cuerpo Nacional de Policía. Aquí de lo que se trata es de
duplicar funciones y sueldos, que nos han llevado a la debacle económica
actual.
Se trata, en principio, de
la unidad de España–de sus autonomías lo que está en juego–, pero tanto el
presidente del Gobierno español, señor Rajoy , como el jefe de la Oposición, señor Rubalcaba , no han entendido (porque no han
querido) entender el mensaje de los españoles…que deseamos: a) paz–erradicando
el terrorismo español, de una vez por todas–, que se consigue dialogando,
aunque fuese con el mismo diablo sin llegar nunca a venderle alma, y b)
coordinando esfuerzos en el Congreso de los Diputados para gobernar España, sin
esos partidos de matiz nacionalista- exacerbados y excluyentes–que respeto:
sus lenguas, sus costumbres, sus ideologías, sus sentimientos…–,pero que
entienden a España rota en varias mitades…
Es triste reconocer a donde nos han llevado más de treinta años de
democracia: tiempo al tiempo, a una Unión Europa de dos velocidades. Hemos de
pensar los españoles que, con el PSOE y el PP alternándose
en el gobierno de España, el regreso a la peseta no está lejos: piensa uno que
a la vuelta de la esquina. Y es que el regreso a la economía autárquica
(Política de un Estado que intenta bastarse con sus propios recursos) sea
nuestra única salida. ¡Espero que me equivoque en mi diagnostico
pesimista y sin esperanza…!
La Unión Europea firmó en la ciudad holandesa de Maastricht, en diciembre de 1991, el
tratado de la U.E. que proveyó para finales del pasado siglo una
completa unión económica y monetaria, una política exterior común y el camino
para una integración política. Tenemos que reconocer, poniendo la mano sobre el
corazón, que Europa nos admitió, ¡eso sí!, como hermanos pobres–hombres
pobres–en unión de nuestros también hermanos pobres: portugueses y griegos. Nuestras
autoridades diplomáticas no fueron lo suficientemente ambiciosas para saber pactar
acuerdos y tratados que beneficiasen, bajo formulas claras y decisivas, los
intereses económicos y políticos allende los mares. ¡Ya somos hombres pobres!
Los españoles somos un pueblo fácil de gobernar, pero es evidente
que hemos alcanzado ya nuestra mayoría de edad y, hoy por hoy, no se nos puede
engañar. La verdad ha de ser una y clara, aunque sea dura.El pueblo español se conforma con poco: Un amor, un amigo/a, un libro...Bueno, ¡qué no nos quiten el fútbol! Es el pan nuestro de cada día...
Hay un viejo poema de la India, que dice: "Si tienes dos trozos de pan, da uno a los pobres: vende el otro y compra jacintos para alimentar tu alma". Esta es la India de Mahatma Gandhi (nacido en 1869 y asesinado en 1948), activista teórico que cambio el pensamientos de nuestro pasado siglo. En su soñada y añorada nación, hoy en día, siguen existiendo: ¡Hombre rico, hombre pobre! Muchos hombres pobres.
Soñar siempre es posible cuando existan políticos soñadores -honestos y honrados-, que lleven sus sueños llenos de ilusión a feliz puerto: los españoles/as que votaron al 'PP', es decir, al señor Rojoy (actual presidente del Ejecutivo español) necesitaban y esperaban que él se convirtiera en un 'soñador para un pueblo': para el pueblo español, pero no ha sido así…desgraciadamente.
La Coruña, 11 de diciembre de 2013
© Mariano Cabrero Bárcena es escritor